Pedalear a 43 grados de temperatura es como meterte dentro del coche después de haberlo tenido toda la mañana al sol en pleno mes de julio. Esta primera etapa comenzó a las 14 horas (retraso de una hora de Baleària) y concluyó a las 20.30, pero entre el inicio y las seis de la tarde, es decir, durante cuatro horas, el termómetro no bajó de los 40 grados, con un pico de 46,5 grados. Entre el sol abrasador, esa temperatura y la humedad que hay en Valencia, el trayecto se hizo insoportable por momentos. A la salida de Alzira, en una gasolinera, intenté refrescarme echándome agua de una botella: estaba tan caliente como la de la ducha. Nunca he pedaleado en circunstancias parecidas y creo que, salvo en Marruecos, no he pasado jamás tanto calor durante tanto tiempo. A las 18 horas bajó... a 38 grados, que parecía hasta agradable.
Por lo demás, curiosa manera tienen en Baleària de reciclar: quería tirar la monda de un plátano y como solo encontraba los contenedores para metal y plástico, pregunté a una responsable de la compañía, que me respondió que podía echarla en cualquiera, pues luego la mezclan, pero que gracias por preocuparme por el entorno. Flipante.
2ª Etapa: 2 de agosto. Cheste-Onda
Si observáis el cuadro de arriba, esta etapa ha tenido dos puertos de aúpa, especialmente el segundo. Ambos estaban dentro de parques naturales, el segundo, el más bello, el de Espadán, un alcornocal impresionante. La carretera en este último, pésima, la pendiente, uff. Tras la agotadora etapa de ayer, la hubiera preferido plana, aunque no puedo quejarme, pues hoy la temperatura ha sido más llevadera y no ha pasado de los 34 grados en el peor momento (subiendo el último puerto, claro, la ley de Murphy, es que no falla, para bajar a los 27 en el descenso).
Cosas del día: a la entrada de Marines hay un cartel que aconseja a quien quiera comprar una casa o terreno por la zona que antes se asesore en el ayuntamiento, no sea que le estén vendiendo un inmueble fuera de ordenación o ilegal. Como para salir pitando.
3ª Etapa: 3 de agosto. Onda-Forcall
El perfil de la etapa de hoy que se puede ver arriba no era el que me esperaba. El previsto solo tenía 1.500 metros de desnivel y 112 kilómetros. El susto ha sido mayúsculo cuando me he encontrado subiendo rampas del 7% en un puerto desconocido (Sant Pere, 1.250 m) y otros dos de regalo con la misma pendiente (de 900 y 1.000 m). Han sido ascensiones en solitario, sin apenas vehículos, pues a quién narices se le ocurre pasar por allí cuando hay otro tramo ¡¡en descenso!!
Me compensa que los parajes eran preciosos, como los pueblos. Aunque recordaré siempre a esa señora de Castellfort que aseguraba que desde allí hasta Forcall ya no había subidas, todo en descenso: ¡pero mujer, cuándo fue la última vez que salió del pueblo! Mañana, etapa maratoniana, glups.
4ª Etapa: 4 de agosto. Forcall-Bujaraloz
Esta vez, todo según el guión previsto (ningún puerto inesperado) y más rápido de lo que esperaba, pese a ser una jornada larguísima. Por la mañana, atravesé las hoces del río Bergantes, una maravilla, con una ermita en medio del camino pegada a una pared, la de la Virgen de la Balma. Junto al río vi varios corzos, a unos 20 metros. Los grandes se largaron huyendo, los pequeños se quedaron pastando, curiosones. Hoy he entrado en Los Monegros. Mañana los atravieso.
5ª Etapa: 5 de agosto. Bujaraloz-Ejea de los Caballeros
Te imaginas durante meses que al pasar por los Monegros hará un calor insoportable y resulta que el día de autos el termómetro no pasa de los 22 grados, 24 menos que en la primera etapa.Incluso llovió.
6ª Etapa: 6 de agosto. Ejea-Peralta
Etapa que en principio iba a ser de transición pero que entre el frío (12 grados) y el viento en contra ha sido complicada. Encima apenas pude desayunar. Lo confieso: pasé por el pueblo de Marcilla sin haber bebido un café. Por cierto: me he cargado las gafas de sol-vista. He pasado por encima de ellas con la bici. Siniestro total.
7ª Etapa: 7 de agosto. Peralta-Vitoria
Como ayer acabé desfondado, decidí descansar toda la tarde. Fue lo mejor, como ha quedado demostrado esta mañana, en la que he solventado los últimos 110 kms con facilidad,incluido el puerto de Azaceta, Nada más llegar, gigantes y cabezuudos por las calles. Ahora toca fiesta.
La
segunda etapa, tras pasar por el Parque Natural de sierra Calderona,
atravesé otro Parque Natural, el de la sierra de Espadán, pedazo cuestas
con un calorazo impresionante rodeado de alcornoques, como el que se ve
en la imagen.
Precisamente,
poco antes de pasar el primero de los tres puertos no previstos me topé
en plena carretera con esta entrada a una iglesia.
Corzos
jovencitos (creo que son corzos, pero ya me diréis) pastando y jugando
en la hoz de Bergantes. Los dos mayores que los acompañaban salieron
echando leches (y un bufido) tras verme.
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